Gonzalo Herrero Delicado // Royal Academy
Alicante, aún siendo una escuela pequeña en tamaño, la multiplicidad de voces y enorme compromiso por parte de los docentes, hacen que pueda compararse con algunas de las mejores escuelas no sólo a nivel nacional sino internacional. La formación que recibí va más allá de lo puramente operacional y me ha permitido conectar la arquitectura con otros ámbitos de la cultura contemporánea y su papel para la sociedad.
Es difícil destacar una sola asignatura, todas ellas han influido de una manera u otra a quien soy profesionalmente hoy. Algunas no son tan importantes las asignaturas en sí mismas sino las personas que las imparten, las que hacen que las recuerdes. Enrique Nieto e Izaskun Chinchilla, Proyectos III y II respectivamente, marcaron un antes y después y me acercaron a nuevas referencias que venían del arte, la música o la filosofía. Andrés Martínez Medina en Teoría de la Arquitectura me acercó a arquitectos clave que me marcaron como Lina Bo Bardi o Allison y Peter Smithson. Elia Gutiérrez Mozo y José Luis Oliver en Composición, me aportaron un posicionamiento crítico, que me ha servido muchísimo en todas mis facetas profesionales.
Aunque la carrera fue increíblemente ardua y difícil en algunos momentos, siempre quedan en la memoria los buenos momentos, las largas horas preparando entregas o los viajes que organizaba la escuela.