David Jiménez Iniesta // BRAVA
Frente a una docencia basada en la híper especialización, la escuela ha apostado siempre por un conocimiento transversal, transdisciplinar, múltiple, entrecruzado. Este tipo de educación no te posiciona como especialista en ningún ámbito pero te da las herramientas para poder afrontar casi cualquier proyecto. Y es un tipo de docencia del que trato de hacer partícipes a mis alumnos en un entorno como la academia norteamericana que tiende a la especialización.
En relación a esto, la asignatura de proyectos fue la que más disfruté durante la carrera, pero por otro lado, recuerdo con gran aprecio la labor de profesores como Antonio Maciá o José Carrasco por su manera de acercar sus asignaturas a este mismo posicionamiento transversal.
De estos años de carrera, recuerdo con especial cariño los Talleres de Invierno, donde la docencia, lo lúdico y la fiesta se mezclaban, en especial ese taller de invierno donde nos enclaustramos más de 100 personas en la Huerta de Murcia para vivir un fin de semana de forma lujosamente precaria. Recuerdo también con mucho cariño el curso de Miguel Mesa de Proyectos III por lo que supuso en mi manera de desdibujar los límites disciplinarios, profesor con el que tuvimos la suerte de realizar el fin de carrera y que después coordinó de nuevo mi trabajo fin de máster en Madrid.
Mª Ángeles Peñalver Izaguirre // BRAVA
Desde la Arquitectura, yo creo que tenemos la obligación de apostar por lo múltiple, lo entrecruzado y lo disputado frente al consenso no sólo para la investigación sino también para su puesta en práctica. Me interesa mucho la idea del arquitecto como un agente mediador entre muchos otros.
Para entender cómo entiendo que la Universidad de Alicante nos ha ayudado o ha condicionado nuestra carrera, aun inicial creo que pondría un ejemplo:
Acabamos de volver de Los Angeles, ciudad donde actualmente viven 66,433 personas en la calle como resultado de una suma de decisiones y prácticas que son políticas, urbanísticas, económicas, sociales, medioambientales, geográficas y que envuelven a multitud de agentes. Durante los últimos dos años, he podido formar parte de diferentes mesas de debate, investigaciones, concursos y publicaciones que trabajan dar respuesta a esta problemática. El rol del arquitecto que he podido desempeñar ha sido, en gran medida, la de formar parte de equipos multidisciplinares que intentan dar respuestas complejas a problemas complejos de este tipo.
Esto sin duda tiene que ver con nuestra formación en la universidad de Alicante, pero especialmente en asignaturas de Proyectos dónde he podido desprejuiciarme de lo que yo a priori entendía que era la labor de un arquitecto.
En este sentido, recuerdo con especial cariño un curso impartido por Miguel Mesa dónde hice una investigación sobre el Mar de Aral que me descubrió el mundo de la cartografía y de los análisis propositivos y que no sólo disfruté muchísimo, sino que me ha sido de gran inspiración en los años sucesivos.