Mª Ángeles Peñalver Izaguirre // BRAVA

Desde la Arquitectura, yo creo que tenemos la obligación de apostar por lo múltiple, lo entrecruzado y lo disputado frente al consenso no sólo para la investigación sino también para su puesta en práctica. Me interesa mucho la idea del arquitecto como un agente mediador entre muchos otros. Para entender cómo entiendo que la Universidad de Alicante nos ha ayudado o ha condicionado nuestra carrera, aun inicial creo que pondría un ejemplo: Acabamos de volver de Los Angeles, ciudad donde actualmente viven 66,433 personas en la calle como resultado de una suma de decisiones y prácticas que son políticas, urbanísticas, económicas, sociales, medioambientales, geográficas y que envuelven a multitud de agentes. Durante los últimos dos años, he podido formar parte de diferentes mesas de debate, investigaciones, concursos y publicaciones que trabajan dar respuesta a esta problemática. El rol del arquitecto que he podido  desempeñar ha sido, en gran medida, la de formar parte de equipos multidisciplinares que intentan dar respuestas complejas a problemas complejos de este tipo. Esto sin duda tiene que ver con nuestra formación en la universidad de Alicante, pero especialmente en asignaturas de Proyectos dónde he podido desprejuiciarme de lo que yo a priori entendía que era la labor de un arquitecto. En este sentido, recuerdo con especial cariño un curso impartido por Miguel Mesa dónde hice una investigación sobre el Mar de Aral que me descubrió el mundo de la cartografía y de los análisis propositivos y que no sólo disfruté muchísimo, sino que me ha sido de gran inspiración en los años sucesivos.