Francisco Colom Jover // MASS Design Group
La Escuela de Alicante me dio herramientas y preguntas desde las cuales desarrollar una práctica de la arquitectura. Pienso que las primeras son “peligrosas” sin las segundas. Las herramientas de diseño adquiridas han sido sólo un medio desde el cual tratar de responder preguntas que van más allá de los límites convencionales de la arquitectura y que afectan a las distintas formas de “estar” en la Tierra.Alicante me invitó a entender la arquitectura no como objeto sino como fenómeno, destacando su condición ecológica y política. Esa conexión entre arquitectura y vida, o entre arquitectura, cultura y naturaleza, tan explícita en los métodos y contenidos de trabajo de Proyectos en Alicante, ha sido muy importante para mí desde que terminara la carrera. En Alicante aprendí que la arquitectura no tiene valor intrínseco por sí misma sino únicamente relacional por su capacidad de alterar las condiciones culturales, medioambientales, económicas, sociales o emocionales del ecosistema en el que se inserta. En definitiva, Alicante me invitó a reimaginar de manera crítica y creativa qué es la arquitectura antes de comenzar a producirla.
Por último, mi paso por la escuela también me regaló más de una anécdota. Durante mi estancia en Azerbaiyán traté de gestionar la alianza entre las universidades de Alicante y Bakú junto a Joaquín Alvado y José A. Carrillo. Entre otros proyectos de colaboración, celebramos el Congreso Mediterranean vs Caspian en Bakú, el cual sería bautizado por Pencho como “congreso fantasma” por haberse intentado casi todo y no haber salido casi nada.