Paula Vilaplana de Miguel

Freelance

vilaplanademiguel.com
Soy Alicante
A menudo digo que sólo soy arquitecta porque he estudiado en Alicante. Si hubiese estudiado en otra escuela posiblemente habría cambiado de rumbo en algún momento, o estaría haciendo otra cosa. También, que soy el tipo de arquitecta que soy, porque he estudiado en Alicante. El primer año de proyectos, recuerdo la conferencia inaugural del curso donde los invitados eran Beatriz Colomina y Mark Wigley. Ella habló de los Eames, él de Cedric Price y el Fun Palace. Escucharles, y descubrir prácticas no vinculadas estrictamente a la construcción sino historias y trayectorias que además de atender a la dimensión material, exploran cómo los medios y la tecnología transforman (y condicionan) el entorno construido fue una experiencia transformadora. Esa obsesión la pude desarrollar gracias a un currículum en el que había lugar para la experimentación y especulación crítica y formal, y por estar en contacto con profesores como Enrique Nieto, Jose María Torres, Elia Gutierrez Mozo y ver pasar a otros a los que conocería después como Andrés Jaque o Izaskun Chinchilla. En este sentido, me he sentido tremendamente arropada y motivada tanto en los cursos de Proyectos como en los de Composición, en los que pude empezar a pensar en la relación entre diseño, experimentación y posicionamientos teóricos de una manera rigurosa. La presentación del PFC junto con Rosana Galián fue muy especial, todo el proceso en realidad. Y también lo fue la oportunidad de presentarlo fuera de la escuela, en la planta del Hogar del Corte Inglés de Alicante y colarnos en la meca del capitalismo afectivo con nuestros artefactos, videos y dibujos. Durante las dos semanas que el proyecto estuvo expuesto ahí, nos comprometimos a actuar como embajadoras de la instalación en horario comercial, y pasábamos el día ahí contando el proyecto a quien se acercase. Un día, al volver de la pausa de mediodía, nos encontramos con que una de las dependientas de planta le contaba, a su manera, el proyecto a un cliente. Escuchar cómo traducía nuestro proyecto y lo vendía, aún a veces adaptando partes o cambiándolas totalmente nos pareció una pequeña victoria personal y fue muy emocionante en el sentido en que representaba lo que buscábamos conseguir: que la discusión saliese del aula y pasase a la calle, al centro comercial y a otras esferas que en general están aparentemente descontadas del discurso pero son sus agentes esenciales.

Diseñadora, Investigadora y Comisaria.

Diseño, investigo y produzco estrategias visuales para proyectos e instituciones culturales. Trabajo en Nueva York desde 2017, donde me especialicé en crítica, comisariado y prácticas conceptuales en arquitectura. Mi trabajo explora la domesticidad y los entornos digitales en su intersección con estudios de género, posthumanismos y prácticas corporales.

Desde que me gradué en 2013, trabajo sola o en equipo con Rosana Galián como Fru*Fru y Amelia Vilaplana como Vilaplana&Vilaplana. A través de estas prácticas, he desarrollado proyectos de investigación, performance, instalaciones en el espacio público, diseño expositivo y estrategias visuales.

+ arquitectura performativa

El carácter performativo del PFC y el interés de Fru*Fru en las reverberaciones de la cultura pop en la arquitectura nos llevó hasta Iván López Munuera, al que contactamos después de alucinar con su proyecto de Pop Politics en el Ca2M en 2013. Meses más tarde, Iván nos invitaría a desarrollar una performance para Fan Riots, la sección cultural del SOS4.8 en 2014. Esta performance, Dance Craze sería la primera de una larga serie de investigaciones y performances que nos ha llevado a desarrollar proyectos para Matadero Madrid, Ca2M, el Victoria & Albert Museum en Londres o la Trienal de Milan.

Dance Craze (2013). Fotografía de Imagen Subliminal.

Eurasic Bath, Victoria & Albert Museum, 2017. Fotografía de Fru*Fru.

+ comisariado y agitación cultural
Desde proyectos como Boudoir Conversations, The Blind Dates and Venice Encounters o Bauhauswelle experimento con formas de desplazar la producción cultural desde entornos académicos o institucionales hasta situaciones domesticadas, testeando conversaciones y discursos en entornos con diferentes grados de intimidad.

Bauhaswelle (2018). Fotografía de Bauhaus University, Datatopia.

+ diseño expositivo
En proyectos como EDOM (dirigido por Enrique Nieto), primero, y más tarde The Futch (proyecto de Fru*Fru) hay una reflexión en torno al consumo de video arte en una puesta en escena que sumerge al espectador en nuevos regímenes visuales y corporales.

EDOM (2015). Fotografía de David Frutos.

The Futch (2017). Fotografía de Arantxa Boyero.

+ instalaciones

Desde proyectos a la escala del cuerpo, he desarrollado proyectos a gran escala, testeando la respuesta de grupos más amplios de población ante una propuesta urbana. Dos proyectos esenciales y especialmente emotivos son las dos propuesta de hoguera en Alicante en 2017 y 2019 realizados con Vilaplana&Vilaplana en los que repensamos la idea de hoguera como una instalación site specific que responde a cuestiones medioambientales a la vez que discute políticas de uso y renovación del entorno y la idea de imaginario urbano.

Boom City (2017). Fotografía de Miguel Angel Cabrera Luengo.

+ diseño gráfico y estrategias visuales

Una constante en mis proyectos es pensar la manera en la que se define identitariamente, o cómo se relaciona con distintos tipos de identidad (sexual, profesional, virtual, etc). Pensar y definir estos parámetros para mis proyectos me ha llevado con el tiempo a desarrollarlos profesionalmente para otros. Así he diseñado estrategias de identidad visual, a veces como Fru * Fru y otras de manera individual para eventos, simposios, exposiciones (como Liquid La Habana) o incluso Bienales de arte.

Liquid La Habana (2017). Fotografía de Imagen Subliminal.

Imagen para la XIII Bienal de Arte de Shanghai (2020).

+ investigación
Desde 2017, desarrollo Haunted Real Esate, un proyecto de investigación que explora la dimensión arquitectónica del espiritualismo y las discrepancias entre las representaciones históricas y en la ficción de la casa encantada victoriana, desde una perspectiva posthumanista y haciendo énfasis en sus aspectos performativos y tecnológicos.

Haunted Real Estate (2019). Fotografía de Paula Vilaplana.